No se tu nombre, ni vi tu rostro,
lo imagino blanco y muy pálido
que se mueve entre las sombras,
ocultando la oscura maldad.
Solo muestras los negros cuervos
poblando tus perversos senos,
prendidos a tu corpiño
como un escudo de crueldad.
Con falacias hieres mi alma
subestimando mi dignidad,
vendiendo hechos sin demostrarlos
enlodando nombres con malignidad.
Sal de tu escondite y muestra el rostro
habla claro si esa es tu verdad,
muestra las pruebas de cuanto dices,
o enciérrate en tu averno sin molestar.
Deja de asfaltar veredas con tus inquinas
que demasiados daños ya me causas,
no lograras, de la duda, clavar espinas
y en esta tierra totalmente infértil
tus flores negras se morirán.
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